''Brillas con luz propia''. Para mí eso no es un piropo, es un piropazo de mucho cuidado.
Pero... ¿qué pensarán las estrellas de esto?
Seguro que se enojarían con el hacedor de aquellas palabras.
Lo que nadie sabe, es que los destellos que despuntan el cielo no son el simple reflejo, el eco del Sol.
Para nada. Es algo mucho más mágico... Reflejan la bondad del alma de las personas.
El número de estrellas que se encuentran suspendidas en el firmamento es equivalente a las personas existentes en la Tierra. Ya de otros mundos no me preguntes, pero tal vez.
Cada estrella, al nacer, escoge a su dueño. Ellas nos escogen a nosotros.
Eso explicaría fácilmente el por qué de la diferencia de luminosidad. Es muy relativo.
Cuanto más limpio y puro sea tu corazón y tu alma, más nítida y brillante será tu estrella.
Por el contrario, si están emponzoñados por sentimientos mundanos como la rabia, el odio, el rencor...
El fulgor de tu estrella se debilitará. Su brillo será tenue.
Nuestro envoltorio material, nuestro cuerpo, es un puente hacia el infinito del universo, que conecta nuestra esencia con ellas. Ellas, mis fieles compañeras, son sólo espejos que reflejan lo que nuestro interior les proyecta. Y tú, ¿sabes ya cuál es tu estrella? ¡¿A qué esperas?! ¡Corre a encontrarla!
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