¿Sabéis?
A veces (demasiadas) me aterra perder la imaginación.
Y no es que tenga mucha. Ya me gustaría.
Es pequeñita, algo adormilada y le gusta trabajar poco. Cada vez menos. Perezosa.
Se asienta en mi cabeza. En ocasiones revuelve, extasiada, todo lo que hay en ella.
Otras, se debilita. Se queja de que no la estimulo, de que su dueña es una egoísta.
Y tal vez lo sea.
Puede que debiera sentarme con ella, un ratito,
todos los domingos y escuchar sus problemas.
Dice que inspiración hizo las maletas. Inquieta, quiere ver mundo.
Ay, pequeña, al menos contagia el mundo de los demás con tu inagotable energía.
Cada vez se siente más sola.
Creo que necesita que Momo aparezca.
Tomarse un chocolate con ella y que le cuente cómo derrotó a los hombres grises.
Que le devuelva la alegría por vivirme.
Momo es diminuta. De pelo ensortijado, rebelde. Ojos azabache y corazón brillante.
Sabe escuchar a los demás. Tiene un don. Oye los corazones, no las voces.
Y me estremece que imaginación pueda querer irse con ella.
Vivir en la calle Jamás con el maestro Segundo Minucio, Hora.
No sé si retenerla.
sábado, 20 de septiembre de 2014
Cosillas de Luni
La luna llena se siente vacia.
Luna ya no espera nada de los poetas,
ya no es musa de nadie.
Luna vaga entre brumas,
conjura y calumnia.
Luna hechiza las aguas,
electriza las miradas.
Pero luna no se siente dueña
del corazón de alguien.
Ya ni atrae a Meteoro,
pero sigue metiendo
su dedo en la herida,
Cráter,
corriéndose de vida.
Luna no tiene nadie que la quiera.
Ya murió Toro,
ya no es cascabelera.
Luna, tierna pero madura.
Luna... ¡a la de una, me subo a tu cuna!
El farero
Érase una vez un faro que se sentía perdido.
Las olas rompían contra él,
lo idolatraban,
pero él no encontraba guía
en la luz que proyectaba.
Cansado de que todas esas preciosas embarcaciones
(veleros, buques, transatlánticos...) le esquivasen,
decidió buscar el amor por sí mismo.
Una noche estalló su foco en mil pedazos,
la ira y el desconsuelo consumían sus pilares.
Entonces todos los navíos sucumbieron a su encanto:
confundidos y atraídos por la oscuridad,
naufragaron en su inexpugnable acantilado.
Saciado de amor,
el faro acogió todas esas ruinas
como victorias consecutivas.
Aunque lo único que logró
es ahondar más
en ese pozo de desesperación.
Un día,
un intrépido viajero repuso su luz,
acarició su nuevo corazón iridiscente
y cuidó de él por siempre.
09/09
Me encuentro en un terremoto lugar,
dónde el horizonte es sólo una cicatriz
del pasado del cielo.
Dónde los movimientos de tierra los provoco yo,
con mi fuero interno.
Mis plumas de magma afloran a mi piel,
que es rocosa montaña.
Escúchame:
Lo único que tenemos la luna y yo
en común son los cráteres.
Aunque ella no sangra cada vez que la impactan.
Yo me dejo golpear desde dentro.
Ese es mi renacimiento.
dónde el horizonte es sólo una cicatriz
del pasado del cielo.
Dónde los movimientos de tierra los provoco yo,
con mi fuero interno.
Mis plumas de magma afloran a mi piel,
que es rocosa montaña.
Escúchame:
Lo único que tenemos la luna y yo
en común son los cráteres.
Aunque ella no sangra cada vez que la impactan.
Yo me dejo golpear desde dentro.
Ese es mi renacimiento.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)