Yo realmente lo que me sigo preguntando, una y otra, enésimas veces que compiten por ser la última, es qué cojones hago yo (y todo el que existe por estos lares) aquí.
Una pregunta muy común,
Una señora pregunta. Con sus signos de interrogación mirándome con desdén desde las alturas.
Parece que hubiese nacido ayer. Y sin embargo ayer ya son 19 años.
Que no son muchos, cierto, pero suficientes para parpadear, abrir los ojos y preguntarme qué estoy haciendo con mi vida.
Por qué tengo que elegir unos proyectos de futuro que me van a a abandonar.
QUIÉN ha tenido la osadía de arrebatarme la inexistencia y ponerme en esta vida.
Sin preguntarme si quería.
SI ME SENTÍA CON EL ÁNIMO SUFICIENTE PARA EMPRENDER MI VIDA.
Para crear algo con mi nimia existencia.
Todo lo que haga aquí va a ser poco.
Qué leches. Va a ser nada.
Nada.
Nad.
Na.
N.
.
Un infinitésimo punto en el multiverso.
Mis preguntas se expanden a la velocidad de la luz.
Las respuestas las expulsará algún día un benevolente agujero blanco.
Quiero hacer grandes cosas y no sé ni por qué.
No tengo el deber.
Para qué tanto esfuerzo.
Para qué sirve sacrificarse, luchar, conseguir, si lo vas a perder todo y te vas a morir.
Si el legado de la vida es la muerte.
Menuda herencia.
Entrampada por inercia.
Ah.
Y luego que si existe vida más allá.
Déjame decirte que lo que me interesa es saber si estoy viva en esta.
Porque muchas veces no me siento así.
Y lo digo yo, que tengo todas mis necesidades básicas (y no tan básicas) cubiertas.
Que me siento mal por tener de más.
Por estar tan mal repartida la vida.
Por no saber valorar.
No sé cuándo empezaré a vivir de verdad.
20/06/15.
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