De mayor quiero ser capaz de sobreponerme a la aversión, el rechazo y la repulsión que me puedan provocar ciertas enfermedades.
Quiero mirar a las personas a los ojos, al corazón y a la mente.
Quiero ponerme en su situación y pensar en cómo me gustaría que me tratasen.
¡Escucharlos! Ellos sienten y padecen, quieren ser normales.
Pero, ¿qué es lo normal? ¿Cómo defines normalidad?
No. Rectifico: Ellos no quieren ser normales. Sólo quieren sentirse normales.
Ellos sólo quieren ser aceptados por la sociedad.
Quiero que puedan sentirse así, aunque su síndrome/transtorno/enfermedad no tenga solución.
Dedicar mi tiempo a comprenderlos, ponerme en su corazón, sentir lo que sienten.
Si no puedes curar, integra a las personas en su entorno.
Despojémonos de la crueldad, de la sorna, del rechazo que nos produce que sean diferentes a nosotros, puesto que contribuyen a la variabilidad de la vida. Nos pueden aportar muchísimo.
Nos pueden hacer mejores personas. Nos pueden regalar su genialidad y su talento.
¿No eran acaso Van Gogh, Edvard Munch... grandes artistas tocados por una enfermedad mental?
10 de Octubre, Día Mundial de la Salud Mental.
(Con retrasillo pero en fin. Bajo el lema de: ¡Nunca es tarde!) *Guiño-codazo a Eyra Kriger* :)
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